Foto: serpaj.cl
Radio Tierra conversó con Marco Kremerman, coordinador del Área de Institucionalidad y Desarrollo de la Fundación Sol, luego de los casos de segregación social ocurridos en Chicureo y que afectan los derechos de empleadas domésticas y de obreros. "Es un fiel reflejo de lo que es la cultura nacional", afirmó.
Y agregó que "esto no es un problema puntual, esto obedece a una lógica, que se inspira principalmente en la lógica de hacienda (...) en esta relación asimétrica de poder que existe entre el patrón de fundo y los inquilinos, en que tienen que asentir todas la órdenes que el patrón les da".
Kremerman argumentó que "esa misma lógica que veíamos hace cien años atrás es la que vemos en las empresas en Chile", sobre todo cuando hay una fuerte oposición a que los trabajadores se organicen sindicalmente. "Lo mismo uno lo puede ver sobre todo en los hogares de nivel socioeconómico alto, en la relación con las personas que trabajan en labores domésticas cuando existen tratos especiales".
Una de las aristas tanto del caso del Club de Golf de Chicureo, como del condominio "El Algarrobal II" de la misma localidad, es que se trata de recintos privados en los que se estarían vulnerando derechos fundamentales garantizados a todas las personas.
En esa dirección el investigador comentó que la institucionalidad ayuda pero lo que se necesita es educación. "Lo fundamental es la educación, un proyecto educativo nacional que tenga contenido y no sólo se base en pruebas como el SIMCE y la PSU, detrás de ello no hay ningún proyecto democratizador ni inclusivo que tenga que ver con el bien común".
A su juicio las demandas levantadas por los estudiantes en defensa de la educación pública van en la dirección de un país que supere la segregación social.
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