viernes, 29 de julio de 2011

1er Congreso Nacional Ciencias Sociales y Educación


22, 23 y 24 de septiembre de 2011
Casa Central Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Avda. Brasil 2950, Valparaíso, Chile


El Equipo Organizador del Congreso Nacional de Ciencias Sociales y Educación abre la convocatoria a estudiantes, académicos y profesionales de las Ciencias Sociales y de la Educación a participar en el congreso a realizarse los días 22, 23 y 24 de septiembre en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ubicada en Avda. Brasil 2950, Valparaíso.

El objetivo del Congreso es reunir a académicos, estudiantes y profesionales de las disciplinas mencionadas, en un espacio de reflexión y debate críticos en torno a problemáticas actuales en educación. Los interesados pueden participar como asistentes, expositores u organizadores.

El formato del Congreso supondrá un ciclo de tres jornadas de charlas magistrales, mesas de debate y presentación de ponencias en mesas temáticas paralelas.

Para el envío de ponencias se proponen los siguientes ejes temáticos:
  • Estado, sociedad civil y educación
  • Trabajo y educación
  • Profesionalización y formación docente
  • Currículum educacional
  • Metodologías de investigación en educación
  • Historia y movimientos sociales en torno a la educación
  • Desigualdades sociales y educación
  • Modelos educativos: propuestas, cuestionamientos y alternativas
  • Actores de la comunidad educativa: roles, organizaciones y perspectivas
  • Reproduciendo la dominación: los géneros en la educación (*)
  • Educación y diferencias: extranjeridad de afuera y de adentro
  • Educación en espacios rurales
(*) Mesa a cargo del Núcleo de Género y Sociedad Julieta Kirkwood

Los resúmenes de ponencias se recibirán hasta el 3 de agosto en el correo cienciassocialesyeducacion@gmail.com

Para más información, visite www.congresonacional.cl

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Mesa Reproduciendo la dominación: los géneros en la educación
1er Congreso Nacional de Ciencias Sociales y Educación
22, 23 y 24 de Septiembre, 2011 – Valparaíso, Chile

En el desarrollo de los sistemas educacionales en el mundo occidental y en Chile, se ha pasado de situaciones de total exclusión de las mujeres, luego a una fuerte diferenciación en la formación de hombres y mujeres, para avanzar a homogenizar la enseñanza hacia ambos géneros. En sus contenidos ideológicos, conocidos como “currículo oculto”, también ha habido cambios hacia la equidad de género.

Los resultados educacionales de hombres y mujeres se han ido acercando, e incluso en algunos sectores los de las mujeres son mejores. Esto se vincula con la socialización de género temprana, que favorece el disciplinamiento de las últimas. Sin embargo, en Chile la división sexual entre áreas de conocimiento se sigue manteniendo, limitando con eso el acceso de las mujeres las profesiones de más altos ingresos y prestigio.
Interesa que las ciencias sociales indaguen en cómo el sistema educativo contribuye en la reproducción del sistema de género, cuestión esencial para comprender las desigualdades sociales. Además de las ya mencionadas y más evidentes, como el diferencial de salarios, existen otros mecanismos de (re)presión en la socialización de los cuerpos en los diferentes niveles que configuran el sistema educativo formal, desde el preescolar hasta posgrados, y que ayudan a mantener las condiciones de la dominación masculina.

En Chile la problematización entre sistema educativo y reproducción de las dominaciones de género merece ser profundizada, particularmente en el actual contexto nacional. Entre los diversos temas, se pueden contar:
  • Historia de la participación de hombres y mujeres en los sistemas educacionales.
  • Historia del desarrollo de los contenidos en educación en lo referido a la formación de género.
  • Análisis de contenidos abiertos y ocultos en socialización diferencial de género en los diversos niveles educacionales.
  • Análisis histórico de los resultados de hombres y mujeres en los sistemas educacionales, así como sus consecuencias.
  • Análisis de género de las tendencias en participación, contenidos y resultados de políticas educacionales.

En el análisis de los temas planteados, así como los muchos otros posibles, se deben incorporar las diversas perspectivas que enriquecen el estudio de género: masculinidades, diversidad sexual, sexualidades, feminismos, teoría queer, etc.; a partir de las particularidades de las ciencias sociales y sus disciplinas.

El resultado esperado es la reflexión, análisis y debate interdisciplinario respecto al sistema educacional chileno en relación a las diversas formas (manifiestas y latentes) en las cuales se expresa la dominación de género, que permita actualizar los conocimientos existentes señalando vías de trabajo a futuro.

Estudio: la reconstrucción ha maltratado a las mujeres


Un estudio realizado en las regiones del Maule y Biobío dejó al descubierto el maltrato al que están expuestas las mujeres damnificadas en el proceso de reconstrucción, tras la catástrofe del 27-F.

Realizado por el Programa Ciudades sin Violencia hacia las Mujeres y apoyado por ONU Mujeres, la investigación reveló que las situaciones de maltrato se deben a que no han sido atendidas necesidades como el hacinamiento en las aldeas, los sentimientos reprimidos ante la demolición de viviendas, las condiciones de higiene y la desvalorización de las víctimas.

Tras pasar un año en la zona, Marisol Saborido, de la Corporación Sur a cargo del proyecto, apuntó a "la desinformación, la falta de incorporación de la opinión y la participación de la gente y también hay violencia más directa de orden social y económica. Mucha gente perdió todo, hubo una carencia de tensión respecto de las necesidades específicas de las mujeres".

Saborido comentó que estuvieron expuestas al "maltrato por parte de los militares que estuvieron en los procesos de instalación de los campamentos . Hubo una cantidad de denuncia de las mujeres, por decir un ejemplo, salir de noche del campamento al baño era un riesgo de violación para las chicas jóvenes".

La vida en el campamento

Ximena Toledo, dirigenta de Dichato, relató que "cuando uno va a pedir un apoyo o algo como mujer no tiene tanta credibilidad como que vaya con un varón".

La pobladora relató que incluso en los enfrentamientos recientes que tuvieron con Carabineros, "un personero nos dijo 'dónde están los hombres'; nos sentimos más discriminadas".

"Es difícil para las mujeres salir en bata a que te vea todo el mundo, que sepan tus vecinos cuántas veces vas al baño o solamente en colgar tu ropa íntima para que se seque", relató Toledo.



domingo, 24 de julio de 2011

Comunicado lanzamiento de campaña "¡CUIDADO! EL MACHISMO MATA" 2011



La Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual ha detectado, de enero a julio de 2011, veinte femicidios. Ocho de las mujeres asesinadas habían denunciado al agresor ante los organismos competentes y tres de ellas contaban con medidas cautelares. El machismo sigue matando mujeres, y los mecanismos institucionales responsables de su protección son ineficaces.

Recientemente, la Ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt, ha querido mostrar a la ciudadanía que gracias a las iniciativas adoptadas por este gobierno -entre las que se encuentra la instalación de centros para rehabilitación de hombres agresores- los femicidios habrían disminuido a nivel nacional en un 50% respecto del año 2010.

Los dichos de la ministra parecieran responder más al deseo de sacar dividendos políticos que a un serio interés por enfrentar este grave problema social. No hay evaluación, ni puede haber, de un programa piloto que recién se implementa desde hace seis meses, y que presenta cuestionables resultados en otros países.

Las cifras que exhibe SERNAM no dan cuenta del problema real. ¿No es acaso femicidio la violación y posterior asesinato de Madelaine Pichuhuinca de 12 años de edad?, ¿y el de Fernanda Rivas, asesinada por un cliente del local nocturno en que trabajaba?, ¿y otros, que la ley también excluye? El SERNAM omite, además, información tan relevante como los femicidios frustrados, y el seguimiento de los procesos judiciales a los agresores, entre otras. Nos parece impresentable que la única información oficial de gobierno sobre el femicidio, contenida en la página web de SERNAM, sea una transcripción literal de la crónica roja de la prensa de circulación nacional.

El femicidio es una expresión extrema del continuo de violencia contra las mujeres, que afecta, de una u otra forma, a todas. Este continuo se expresa en la casa, en las calles, en las instituciones y en todos los lugares en que desarrollamos nuestras vidas: menores salarios en los mismos puestos de trabajo; acoso y violencia sexual; sexismo en los medios de comunicación y en la publicidad; educación sexista; trata y explotación sexual de niñas y adultas; discriminación a migrantes e indígenas; violencia contra lesbianas y otras sexualidades disidentes, etc.

La Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual -organizaciones y redes de mujeres y feministas- llama a todas y todos a hacerse parte de la Campaña ¡Cuidado! El machismo mata, en todas las regiones del país.

Inicios de campaña:
  • Santiago: Paseo Ahumada (frontis Banco de Chile), 28/07 12:30 hrs.
  • Arica: Avda. 21 de Mayo, 28/07 19:00 hrs.
  • Valparaíso: Plaza Cívica, 28/07 12:30 hrs.
  • Talca: Paseo peatonal, 28/07 12:30 hrs.
  • Valdivia: desde el mall, performance itinerante desde las 12:30 hrs.
  • Osorno: Plaza de Armas, 28/07 12:00 hrs. Y a las 15:00 hrs. Foro en Centro Cultural de la ciudad.
Contacto prensa: 09-8-1576857



Los Chacarilla boys o de la amnesia chilena


por José Bengoa

No hay peor enfermedad social que la falta de memoria histórica. Chile la sufre de modo agudo. El 9 de julio de 1977 un grupo de 77 jóvenes nacionalistas de extrema derecha subió al cerro Chacarillas, al lado del San Cristóbal, en el acto más fascista de todos los tiempos de la historia de este país.

Emulaban a los 77 soldados de La Concepción en la guerra con el Perú.

Bosques de banderas y antorchas al más puro estilo del nazismo hitleriano iluminaban la noche de invierno.

Pinochet en un momento de inspiración arrebatadora leyó su famoso discurso. "Mi corazón de viejo soldado -decía- revive con profunda emoción el coraje insuperable de Luis Cruz Martínez... que en plena soledad de la sierra peruana supieron demostrar con la entrega de sus vidas que nuestra Patria y los valores permanentes del espíritu están por encima de cualquier sacrificio personal que su defensa pueda demandar".

En esos mismos días eran torturados en el "Palacio de la Risa", así llamada la Villa Grimaldi, miles de chilenas y chilenos. Se las violaba, aterrorizaba, y luego se las iba a tirar al mar, como a Marta Ugarte, una de las primeras que en esos mismos días apareció flotando en las playas de Longotoma.

Mientras los jóvenes subían en medio de antorchas, los gritos de horror se escuchaban en los subterráneos del poder entusiasmado.

"...Las limitaciones excepcionales que transitoriamente hemos debido imponer a ciertos derechos, han contado con el respaldo del pueblo y de la juventud de la Patria, que han visto en ella el complemento duro pero necesario para asegurar nuestra Liberación Nacional", dijo el General en medio de los aplausos de los jóvenes patriotas en medio de la noche de Chacarillas.

"El complemento duro pero necesario" da escalofríos y ganas de vomitar. Todos y todas quienes allí estaban sabían muy bien a qué se refería el General. Era explícito.

¿Quiénes subieron a Chacarillas? El lunes fue el cambio de Gabinete. El listado de El Mercurio señala el número 15: Andrés Chadwick, hoy Ministro Vocero de Gobierno; número 38: Cristián Larroulet, Ministro del triunvirato de La Moneda; y 39: Joaquín Lavín, defenestrado Ministro de Educación y resucitado Ministro de Planificación Nacional. La lista es larga y sería un ejercicio de "buena memoria" publicarla con letras de molde.

El número 47 es el actual Presidente de la Cámara de Diputados, y el número 20 es el dueño de la Universidad San Sebastián, emblemático modelo de lo que debe ser la educación universitaria "con fines de lucro".

El número 17 se reía el lunes a mandíbula batiente en La Moneda al ver como sus "Chacarillas boys" se tomaban finalmente La Moneda, en el asalto al Poder, que esa noche lluviosa de invierno del 77, los 77 cabalísticamente (como es propio de los fascismos corrientes) habían prometido solemnemente; Juan Antonio Coloma, se llama.

Ninguno de estos "Chacarilla boys" han hecho autocrítica alguna, pedido perdón, han pasado "colados" en medio de las tormentas. "No sabían" es lo que más mentirosamente han tratado de balbucear. ¿Qué no sabían? Todos los que vivíamos en Chile lo sabíamos detalladamente. ¿Ud., Presidente, no sabía y no sabe a quiénes está metiendo en La Moneda?

¿Nadie se acuerda cómo sacaban a miles de personas en las madrugadas de ese año 77 a una cancha de fútbol a las seis de la mañana, congelada, y les pegaban, los fichaban, denigraban y dejaban como estropajos?

¿Nadie se da cuenta que aplastaron un siglo de luchas obreras con el terror? ¿Nadie se acuerda que el próximo Ministro de Bienestar Social escribió el panfleto más deleznable de nuestra Historia Literaria, "La Revolución Silenciosa"? ¿Por qué no lo vuelven a publicar?

Pero lo peor es la confusión ideológica del momento. Y de los que alguna vez estuvieron en el lado de los perdedores. Hay quienes han dicho y siguen diciendo que ya la derecha no es la misma. Que Piñera es una nueva derecha. Se les fundió la memoria.

Hay otros, de la otra banda, que acaban de decir que en Chile hay "dos derechas". Con respeto personal, pero andan más perdidos que el teniente Bello. Muy triste. Es una campaña la de los antiguos perseguidos de confundirlo todo. Los errores, desvaríos, silencios, de un Ricardo Lagos o una Michelle Bachelet no tienen ni un punto de comparación con lo que se vivió en esos días y que fue aplaudido por las actuales autoridades del país.

Escucho desde mi mente deprimida los aplausos en Punta Peuco. En Bucalemu un difunto se da vueltas de alegría en su tumba. Los fantasmas están presentes, más que nunca. Gozan de buena salud.

Se ríen con su sonrisa regordeta y a todo color digital de la Historia de nuestro país. Y no me critiquen a los cabros que agarran piedras y destrozan el "mobiliario urbano" del Alcalde de Santiago. Cuando no hay espacio para la Memoria y las razones, solo hay piedras.

Vergüenza me da. Vergüenza me da de ser chileno.



jueves, 7 de julio de 2011

"La vigencia del pensamiento de Julieta Kirkwood. Notas para una reflexión sobre el feminismo en Chile", de Lorena Armijo


Compartimos a continuación la presentación de Lorena Armijo en el lanzamiento que realizamos el pasado 16 de junio de la Revista Punto Género y la reedición del libro Ser política en Chile. Las feministas y los partidos, de la Socióloga feminista chilena Julieta Kirkwood.

Lorena es Socióloga y Magíster en Gobierno y Gerencia Pública de la Universidad de Chile, y candidata a Doctora (Sociología) en la Universidad Complutense de Madrid. Además, es parte de nuestro Núcleo de Género y Sociedad Julieta Kirkwood y del Comité Editorial de la Revista Punto Género.


La vigencia del pensamiento de Julieta Kirkwood. Notas para una reflexión sobre el feminismo en Chile

La reciente publicación de la tercera edición del libro de la socióloga chilena Julieta Kirkwood, Ser Política en Chile. Las feministas y los partidos (LOM Ediciones y Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile, 2010), actualiza la línea de pensamiento feminista más analítica que se ha desarrollado en este país. Su vigorosa reflexión retrotrae el debate acerca de la condición de las mujeres a las incipientes demandas sobre educación y sufragio agitadas durante la primera ola del feminismo y las convierte en punta de lanza de las posteriores iniciativas de movilizaciones que emergieron con fuerza en los años del Frente Popular, la Unidad Popular y la dictadura. Su finalidad consiste en conectar la lucha feminista con las nuevas generaciones para su reconocimiento y la actuación en nombre de una reafirmación de la identidad femenina. Los procesos de expansión y retracción del hacer política de las mujeres durante el siglo veinte son explicados por Kirkwood planteando en todo momento la permanente fijación o negación de la identidad femenina y las posibilidades reales del cumplimiento del proyecto feminista.

A partir de este texto fundador del feminismo en Chile esbozaré algunas notas que guiarán la búsqueda de una comprensión de la realidad femenina-feminista actual, retomando tres aspectos pivotales del pensamiento de Kirkwood. El primero se constituye en un ejercicio de contextualización comparando la realidad chilena en la década de los ochenta y la actual; el segundo, plantea el difícil escenario que ha enfrentado el movimiento de mujeres y feminista; y, el tercero, los denominados nudos críticos entre saber y poder que en ese tiempo detectaba la autora.

1. Contexto de ayer y hoy

Qué duda cabe de que el contexto político y social del país, así como la acción de movimiento feminista, ha cambiado. Si en 1985 la democracia chilena estaba secuestrada y el hacer política de las mujeres se alzaba como una nueva presencia opositora al gobierno autoritario de Pinochet que exigía democracia en el país y en la casa, para 2010 nos encontramos con una realidad opuesta: vivimos en un régimen democrático con elecciones populares y un movimiento de mujeres y feminista amplio y heterogéneo. Si en los ochenta las chilenas –feministas y políticas - respondían y resistían al sistema patriarcal y a la dictadura con esquivos avances en la incorporación a la economía nacional, para inicios del nuevo siglo las cifras son significativamente más alentadoras; casi la mitad de la población femenina se encuentra activa como fuerza laboral, incrementándose en más del doble desde los años en que Julieta escribía su libro, mujeres y hombres han equiparado su acceso a bienes educativos y se sanciona jurídicamente la violencia contra la mujer.

No se puede negar ni subvalorar que en las últimas décadas se ha producido una evolución positiva en el nivel de participación femenina en la vida política, laboral y sindical, conjuntamente con una transformación sustantiva en las relaciones de género, ratificada en índices nacionales e internacionales, sin embargo, estos datos oscurecen pequeños giros y sutiles rigideces que mantienen las desigualdades entre mujeres y hombres. No se trata –como diría Kirkwood- de cuantificar la participación, sino de comprender su más profundo sentido de contestación frente a un orden discriminatorio, así como relevar los aportes que realizan las mujeres al cambio social.

Es cierto que la recuperación de la vida democrática devolvió legalidad a la participación política de las mujeres posibilitando su postulación y elección a cargos de representación popular. También es irrefutable que las huellas de la represión y violación de los derechos humanos en dictadura marcaron los cuerpos y las memorias femeninas. En la actualidad tanto la represión como la violación a los derechos humanos –episodios que revelan el crudo carácter de la dictadura- se presentan con un cariz distinto, sin el horror de ese tiempo, pero no por eso es menos relevante ni deja de ser urgente su tratamiento. Y justamente son las movilizaciones que persistentemente emergen en la vida pública lo que nos proveen indicios sobre lo que debemos prestar atención. Actualmente, las mujeres organizadas en la sociedad civil y en los partidos políticos siguen exigiendo un justo fuero maternal, la extensión de la cobertura de las salas cunas y de jardines infantiles, la disminución de las brechas salariales, una equitativa distribución de las tareas domésticas y de cuidado, tal como lo hicieron sus predecesoras de las décadas anteriores, tal como reclamó Julieta y sus compañeras. A estas demandas se suman otras que provienen de un movimiento de mujeres y feminista cada vez más diverso que actúa por una defensa de los derechos sobre su propio cuerpo, por una vida sin violencia, por una educación de calidad, por la protección del medio ambiente. La violencia impresa en los cuerpos femeninos se revela en política pública preventiva y de atención que busca reparar el daño y sancionar a quienes la provocan.

Hoy más que nunca, contamos con condiciones formales que nos acercan a la anhelada igualdad, no podemos seguir siendo tratadas de manera sexista como recién llegadas a los espacios de participación política. Es tiempo de conquistar la investidura, de ejercer el poder oficialmente, de no seguir actuando en la marginalidad política con escasa presencia en los partidos políticos, en cargos de representación popular y de toma de decisiones. ¿Por qué teniendo dichas condiciones, un movimiento social y de mujeres visible y demandante de una mayor equidad no se alcanza la ansiada igualdad? Kirkwood afirmaba en los ochenta que las mujeres son convocadas esporádicamente e invocadas desde su rol de género (privado-doméstico) por grupos políticos dirigentes para que se incorporen en sus respectivos proyectos sin que eso involucre una disolución de las redes jerárquicas y disciplinarias de la familia. En su tiempo señalaba que tanto las fuerzas políticas (izquierdistas) progresistas al igual que las (derechistas) conservadoras proclaman una reivindicación de los valores del orden dejando intactas las jerarquías y ordenamientos al interior de la familia. Incluso quienes pertenecían a las filas del progresismo llegaron a denominarla como el “núcleo revolucionario básico", pero no actuaron en nombre de su transformación. Actualmente dichas fuerzas políticas siguen resguardando la idea tradicional de familia asociada a la conformación de una familia nuclear que satisface las necesidades de subsistencia, así como la provisión del cariño, protección y preparación de los hijos para la vida adulta. Esta idealización de la familia oscurece aquellas relaciones que la sustentan y que están permeadas por el dinero y el poder como medios de intercambio, donde se explota los servicios, el trabajo de las mujeres y las niñas y se fomenta su fidelidad de manera condescendiente y/o violenta. La reproducción de la noción y constitución familiar obstaculiza que las mujeres puedan reconstruir su identidad, superar su condición secundaria y dependiente o subvertir la dualidad génerica.

2. De disputas y fragmentaciones del movimiento feminista y de mujeres

En la década de los ochenta el movimiento de mujeres era amplio y diverso. Kirkwood menciona la presencia de grupos para la acción, la reflexión y crecimiento personal, para el estudio de la condición de la mujer, para la solidaridad y el auto apoyo, para la acción política y la de base, para la defensa de derechos humanos, para el retorno al país y la defensa de niños y jóvenes. Su lucha contra la dictadura le otorgaba una aparente uniformidad y consenso, que fue fracturándose cada vez más por diferencias de clase, etnia, edad y opción sexual que perduran hasta el día de hoy. Desde ese tiempo una de las mayores críticas ha sido la ausencia de acuerdos que incorporen la diversidad de sentidos y objetivos de grupos que no pertenecen a la izquierda ni consideran a la clase como primer objetivo de la lucha social.

Si bien es cierto que en ese tiempo emergieron grupos de jóvenes universitarias que analizaron los problemas sociales, políticos y económicos de las mujeres, y organizaciones lésbicas que generaron espacios de encuentro y sensibilización feminista; no es menos cierto que en democracia crecieron en número y coordinación. Junto a ellas surgieron las muralistas, las que reflexionaban sobre la teología y la espiritualidad, las autónomas, que reivindicaban más bien la diferencia sobre la igualdad. Esta pluralidad de intereses y objetivos del movimiento ha profundizado las brechas impidiendo una demanda común o una coordinación que movilice los distintos recursos feministas. Incluso algunos grupos ni siquiera han tenido una visibilidad sustantiva en los espacios de articulación feminista ya sea porque sus necesidades y demandas posicionan problemas en la agenda que viven y sienten las denominadas minorías o porque constituyen una crítica directa a la acción política feminista tradicional. Esta disyuntiva se ha manifestado como una tensión no resuelta en la cual se critica lo establecido por considerarla una imposición normativa, por un lado, y la creación de espacios políticos que reflejen sentir y vivir de acuerdo a lo que se quiere ser, por otro.

Un ejemplo de esta profunda fractura ha sido el surgimiento de los colectivos lésbicos cuya disputa se instala en el cuerpo femenino sin posibilidades de conciliación. Para las feministas tradicionales la opresión del cuerpo –entendida como violencia contra la mujer de parte del hombre o como pornografía- sólo podrá ser frenada en la medida que se modifiquen las estructuras –patriarcado en particular- del orden masculino imperante. Para las nuevas feministas, la opresión viene de los modelos heteronormativos que portan hombres y mujeres que impiden que el cuerpo femenino se constituya en un lugar del ser, de la decibilidad del ser y la identidad femenina.

Las feministas jóvenes también se muestran distantes con el feminismo tradicional, si bien las discrepancias no sólo giran en torno a cuestiones de género, clase y sexualidad, no es menos cierto que la pugna central radica en la generación de los procesos de transmisión cultural: las mayores ponen en escena las legítimas modalidades mediante las cuales se relacionan hombres y mujeres y entre mujeres y, sobretodo, socializan los saberes y conocimientos que constituyen la herencia social del movimiento. Esta transmisión de saberes eventualmente cargada de sororidad y gratuidad en las relaciones obscurece la asimetría en una condescendencia y reciprocidad de los deberes. La diferencia generacional se enmarca en desigualdades y jerarquías donde las feministas jóvenes están en preparación para asumir los roles esperados de las adultas, mientras que éstas se constituyen en el modelo a seguir, lo legítimo y lo esperado.

Pero las fracturas del movimiento feminista también se observan en lo que Kirkwood denominó la relación de feministas y políticas. Ambos grupos coincidían en la necesidad de un proyecto emancipador, pero tenían significativos disensos sobre sus objetivos métodos, prioridades y alcances. Hoy, los acuerdos se multiplican frente a la detección y freno de la violencia doméstica y sexual, pero se profundizan las divisiones en cuestiones como la salud reproductiva. Hoy se actualiza la fisura entre las feministas del movimiento y las políticas de los partidos. Si las primeras reclaman por ser dueñas de su propio cuerpo, incluido su derecho a abortar si así lo desean o requieren, las segundas asumen la inclusión de las mujeres al mundo público desde los acuerdos de las mayorías no comprometidas con la causa feminista.

La politización de la vida privada como forma de lucha continúa, al tiempo, que se desarrollan las disputas dentro y fuera del movimiento feminista y de mujeres, pero a diferencia del tiempo de Kirkwood no cuentan con un peso político en los partidos ni en la agenda pública. La institucionalización de algunas feministas en el estado ha tenido dos caras que ha posibilitado que amplios sectores de la ciudadanía reconozcan y se apropien de temáticas de género, pero sin volcarse a la acción política. Por un lado, se formalizaron las problemáticas de género en iniciativas de ley o políticas públicas y por otro lado, dicha inserción no consolidó la participación de las mujeres en los espacios de poder formal.

Con un movimiento fragmentado y escasa incidencia en los terrenos del poder, la pregunta sobre la condiciones de continuidad de la acción política feminista cobra vigencia. Ni un activismo, ni una política transformadora de las relaciones de género por sí solos conducen al empoderamiento. Tal vez al movimiento feminista entendido desde la sociología clásica como una agencia destinada a conducir a la sociedad y a generar cambios sociales mediante el conflicto, puede ser reconceptualizado –a a luz de los procesos actuales- como agencia de significación colectiva sin que eso implique una orientación emancipadora o modernizadora de la sociedad.

Es cierto que el movimiento feminista ha sido un proyecto racional, al cual le ha faltado cuerpo y emociones, también es cierto que las nuevas demandas en torno a estos tópicos prevalecen en medio de debates públicos donde la sexualidad y la corporalidad desplazan a los de clase. El movimiento feminista se vuelve contra sus propias bases modernizadoras al enfatizar los efectos colaterales de la anhelada igualdad y promover debates en torno a temas que no producen consenso ni apoyo.

Tal vez la concreción del pacto entre mujeres por su condición de género no es más que una búsqueda mítica de un encuentro fundacional que transvalore las discriminaciones que cotidianamente vivimos. No basta la voluntad política de género para el cumplimiento de las promesas del feminismo, como tampoco es suficiente la acción política de los grupos activos. Tal como decía Julieta en su tiempo, lo personal no es automáticamente político.

3. Los nudos del saber y su relación con los nudos del poder

Kirkwood expone en el libro Ser Política en Chile uno de los problemas metateóricos siempre vigente en el debate científico, el referido a las posibilidades reales de este conocimiento y sus postulados universales de explicar la singularidad de la experiencia humana. ¿Cómo incorporar al cuerpo teórico social los matices, tensiones y cambios de la lucha que dan los sectores sociales emergentes?

En su tiempo reconocía que había una distancia entre los postulados y las experiencias, evidenciando que las mujeres vivían en el autoritarismo en lo público y en lo privado, incluso en éste donde se proclama su individualidad. El hacer de las mujeres se instalaría en los bordes de acción política, generando dos nudos o problemas recurrentes, difíciles de abordar y resolver para el feminismo, un nudo del saber seguido de un nudo del poder, nos dirá Kirkwood. Se refería a la división entre la teoría y la práctica que tenían su fundamento en el feminismo. Mientras que la teoría se producía entre los espacios académicos, la práctica se identificaba con el trabajo de base, la movilización masiva, la protesta y disidencia callejera. Frente a la cual propone la imperiosa necesidad de elaborar/recuperar el saber para sí. De la ausencia del poder y de sus prácticas, las mujeres pueden tomarse la acción – en tanto idea y acto- mediante el ejercicio del poder. Su hacer política nace justamente de una deslegitimación de aquello que las priva, una liberación de sus limitaciones culturales y una práctica de la ruptura de la individualidad normativa.

Actualmente, la dicotomía entre conocimiento teórico y trabajo práctico de base se ha diluido debido a la gran ausencia de éste último y a la concentración de las investigadoras feministas en temas que no convocan a las mujeres de organizaciones sociales.

Queda pendiente, entonces, una acción que posicione una política identitaria feminista sin apelar a una identidad femenina homogénea rotulada bajo la categoría género. Queda pendiente también una reflexión acerca de las limitaciones que el proyecto feminista –en tanto constructor de nuevos marcos normativos que reproducen lógicas binarias de identidades, roles y prácticas para hombres y mujeres- supone para el hacer política de las mujeres que no encajan en el modelo oficial feminista, y en términos más generales, su articulación con demandas de otros grupos discriminados o excluidos. Es decir, una interpretación más amplia del hacer feminista como engranaje de múltiples relaciones sociales donde la dicotomía opresor/subordinado cobra matices distintos según sea la posición socioeconómica, composición étnica, opción sexual y pertenencia geográfica que tengan los individuos o colectivos. En otras palabras, el feminismo integrado en una red de necesidades y demandas con las que interactúa, lucha y negocia cotidianamente.

Para finalizar, retomo la pregunta enunciada al comienzo: ¿por qué traer a la memoria el pensamiento de Julieta Kirkwood veinticinco años después? La respondo desde Marc Bloch: no podemos comprender el presente ignorando el pasado, como tampoco podemos entender el pasado si no se sabe nada del presente. No entenderemos las actuales desigualdades de género, el débil peso político del movimiento feminista y su distancia con las políticas de los partidos, las disputas entre unas y otras que han generado profundas divisiones y la resistencia del orden patriarcal si no enlazamos con un doble sentido el pasado y presente de las chilenas. Su actualización confirma el reconocimiento de la posibilidad histórica de la emancipación femenina y, al mismo tiempo, ratifica que la presencia femenina por sí sola no modifica la naturaleza del poder, ni siquiera su ubicación en cargo de de toma de decisiones será suficiente. Releyendo a Kirkwood podemos comprender que si las reglas de la política no cambian, las desigualdades, discriminaciones y sexismo seguirán existiendo.

Bibliografía:

Baño, R; Benavides, L; Faletto, E.; Flisfisch, A.; Kirkwood, J.; Morales, E. (1979) “Movimientos populares y democracia en América Latina”, en Crítica y Utopía, Argentina, No.1. Disponible en: http://www.escenariosalternativos.org

Bareiro, L. (1996) “Las recién llegadas. Mujer y participación política”, en Estudios básicos de derechos humanos, Tomo 4. San José: Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH).

Feliú, V. (2009) “¿Es el Chile de la post-dictadura feminista?”, en Estudos Feministas, Florianópolis, 17(3): 312, setembro-dezembro.

Kirkwood, J. (2010) Ser política en Chile. Las feministas y los partidos. Santiago: LOM Ediciones y Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile.

________ (1985) Feministas y políticas, en Nueva Sociedad, N° 78, julio- agosto, pp. 62-70.

________ (1983) El feminismo como negación del autoritarismo, Material de discusión, Programa Flacso-Santiago, N° 52, diciembre.

Ríos, M.; Godoy, L.; Guerrero, E. (2003) ¿Un nuevo silencio feminista? la transformación de un movimiento social en el Chile postdictadura, Santiago: CEM y Ed. Cuarto propio.


Invitación conversatorio "Educación pública, no sexista y laica". Jueves 7 de julio


CONVERSATORIO
EDUCACIÓN PÚBLICA, NO SEXISTA Y LAICA
jueves 7 de julio, 18:00 hrs.
Purísima 251, Barrio Bellavista


PARTICIPA, ¡REENVÍA!

Invita: Articulación Feminista "Por la Libertad de Decidir"
porlalibertaddedecidir@gmail.com

Mira el evento en Facebook AQUÍ.

domingo, 3 de julio de 2011

Declaración pública de la Articulación Feminista por la Libertad de Decidir frente al paro nacional del 30 de junio


EXIGIMOS EDUCACIÓN PÚBLICA GRATUITA, DE CALIDAD, LAICA Y NO SEXISTA

En el contexto del llamado a paro nacional realizado por la CONFECH para el jueves 30 de junio, la Articulación Feminista por la Libertad de Decidir expresa una vez más su pleno y entusiasta apoyo a esta convocatoria, y a todas las movilizaciones sociales impulsadas por amplios sectores del ámbito educativo de nuestro país. Del mismo modo, se hace parte de las demandas irrenunciables centradas en la defensa de la educación pública gratuita y de calidad, concebida como un bien social y como un derecho humano de todas las personas, sin discriminación ni exclusión alguna.

Con especial firmeza, la Articulación Feminista por la Libertad de Decidir subraya la exigencia de que la educación pública sea laica, aconfesional, alejada de todo dogma, como condición necesaria para que la libertad de conciencia y de pensamiento, así como el respeto a la diversidad, sean valorea intrínsecos a todo el proceso educativo.

Asimismo, la Articulación Feminista por la Libertad de Decidir manifiesta que, ineludiblemente, la educación pública debe ser no sexista, es decir, una educación que asegure y fomente las relaciones de igualdad real entre mujeres y hombres, y que no reproduzca los estereotipos y prejuicios que históricamente han colocado a las mujeres en una situación de abominable discriminación y subordinación social.

La reforma estructural de la educación pública en Chile debe acoger y responder a todas estas reivindicaciones, sin excepción. Sólo de esta forma garantizará el avance sostenido hacia una sociedad más igualitaria, más justa, más solidaria, en la cual todas y todos ejerzamos plenamente nuestros derechos y una verdadera libertad de decidir.

Santiago, 30 de junio de 2011.

Articulación Feminista "Por la Libertad de Decidir"
porlalibertaddedecidir@gmail.com

sábado, 2 de julio de 2011

Se presenta informe "Salud Lésbica y Bisexual en Latinoamérica y el Caribe. Construyendo nuevas realidades"


La Asociación Internacional de Lesbianas, Trans, Gays, Bisexuales, Intersex - ILGA LAC, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Diversidad Sexual (28 de junio), difunde el informe Salud lésbica y bisexual en LAC. Construyendo nuevas realidades. El informe compila las respuestas dadas por treinta y tres activistas lésbicas pertenecientes a distintas agrupaciones políticas de 11 países de América Latina. Éstas se manifestaron, en base a sus conocimientos, sobre diversos aspectos relacionados con la salud de lesbianas y bisexuales.

Salud lésbica y bisexual en LAC. Construyendo nuevas realidades recopila diversa información, donde se cuenta la descripción en torno a los escenarios legislativos en cada país y se revelan las percepciones de las activistas en torno a temas como: calidad de la atención a lesbianas y bisexuales; enfermedades que más afectan a lesbianas y bisexuales; prácticas discriminatorias que afectan a lesbianas y bisexuales en centros de salud; ITS que más afectan a lesbianas y bisexuales; centros de salud que otorgan atención especializada a lesbianas y bisexuales; entre otros. Se establece también la existencia de lesbianas y bisexuales viviendo con VIH en distintos países de LAC, lo que alerta sobre la vulnerabilidad que poseen frente al virus, desde su relación con el estigma y discriminación, variable estructural de la epidemia.

La información se recopiló a través de la elaboración de una encuesta que fue aplicada por distintas activistas latinoamericanas, así como por activistas que, no siendo lesbianas o bisexuales, han trabajado sobre este tema. La aplicación del instrumento, pre testeado en Chile, se realizó virtualmente y contó con el apoyo de la Secretaría Regional Lésbica de ILGA-LAC, la cual se encargó de validar los procedimientos, generar seguimientos de las aplicaciones y validar los contenidos del informe. Basado en un enfoque integral de la salud, se posiciona desde el cuestionamiento a la institución heterosexual y las posibilidades que otorga el enfoque de interseccionalidad para analizar la discriminación que afecta a lesbianas y bisexuales. El informe fue elaborado por Ideas sin Género; Ideas de toda Índole - ISIG de manera autogestionada.

Dada la extensión del documento, que ya ha comenzado a difundirse, próximamente se elaborará y difundirá un informe ejecutivo que facilite la lectura de la importante información que consigna. Así también se dará a conocer en algún tiempo los resultados obtenidos a partir de la información entregada por activistas brasileras no incorporadas en esta edición.

Finalmente, cabe indicar que este documento viene a llenar vacíos y abrir nuevas discusiones. Lanzarlo un 28 de junio es emblemático pues, de modo simbólico, este informe sintetiza una de las luchas que lesbianas y bisexuales realizamos contra la violencia que hizo reaccionar a esas primeras voces en Stonewalle.

Accede al informe AQUÍ.

Secretaría Lésbica ILGA LAC
Contacto: anatolia7@yahoo.com; raquelandrade@ilga.org


Fuente: ILGA-LAC

Fotos Marcha por la Diversidad Sexual 25 de junio


Compartimos el registro visual que realizó Kena Lorenzini de la histórica Marcha por la Diversidad efectuada el sábado 25 de junio, con miles de asistentes. Pueden ver la galería completa de imágenes AQUÍ.