miércoles, 25 de julio de 2012

Daniel y Valeska o sobre la respuesta social al apuñalamiento de una lesbiana



ideassingenero.- (Estas son palabras de las que llamamos vómitos y que subimos a nuestro FB. Surge por el apuñalamiento de Valeska Salazar, una lesbiana de 16 años en una zona rural de Concepción. El movimiento social mutis. Mientras nos preguntábamos por twitter si la violencia a una lesbiana es menos mala que otras violencias y observábamos la relación que se armaba con la muerte de Daniel Zamudio, vomitamos esto en FB. En ese espacio podrán ver las discusiones y otros escritos sobre lo ocurrido con la Vale)

La imagen de Daniel Zamudio fue higienizada. Su imagen de loca desapareció pa instalar la bella imagen de un ángel, con el cual la gente se identificó. Esa imagen sirve a la negociación por derechos, porque se consigue más cuando los argumentos usan claves que son valoradas por la cultura dominante. La loca, esa que bailaba Britney Spears (todas conocemos a una Britney) no sirve tanto. Por eso no fue tema, por el contrario, el recorrido político y periodístico relevaba más sus ganas de surgir en la vida, su cumplimiento en el trabajo (¡hasta el jefe lo quería!) sus anhelos de ser padre, en fin, coherencias con las cualidades que el sistema valora.

Valeska Salazar, por el contrario, se reduce a un imaginario que releva una femineidad demasiado masculina; demasiado incoherente con las demandas del modelo. Si su imagen intentara ser higienizada quedaría transformada en mujer o en madre, pero siendo ambas imágenes igualmente femeninas, no resulta ser convocante para la masculinidad, pues -eso- entraría en pugna con su sentido hegemónico. Por lo tanto no es una imagen que sirva. Sin un sentido reproductivo, sin ser una potencial subordinada emocional y económica a un hombre no sirve, porque no es coherente con el modelo patriarcal heterosexista.

La solidaridad cultural llega hasta donde se refuerzan los idearios masculinos. No llega pa generar reales desestabilizaciones entre mujeres periféricas como podrían ser llamadas las lesbianas, las indígenas, las negras. Eso sería realmente transformador, pero aún andamos por el cagón cambia poco para que no cambie nada (Lean el Pasando Piola que habla sobre la realidad de las lesbianas en las orgas LTGBI). Ojalá la cosa vaya cambiando. Ese deseo es una necesidad realista entre tanta alianza falsa que sólo colabora con mantener a unOs pocOs, por lo general lOs mismOs, en los lugares hegemónicos del poder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario