miércoles, 21 de septiembre de 2011

Declaración de Católicas por el Derecho a Decidir


Lamentables fueron las palabras del Cardenal Medina al asegurar, en su carta al Presidente Sebastián Piñera, que la legislación que regulariza las uniones de hecho son una ofensa a Dios y a la familia, sin considerar los graves escándalos que ha debido enfrentar la Jerarquía por el caso Karadima.

Han sido ellos mismos los que han incurrido en graves delitos al amparar la pedofilia y diversos abusos contra menores de edad, no es la primera vez que Medina realiza este tipo de declaraciones vergonzosas, por el bien del país y la feligresía mantener silencio es lo más acertado, tomando en cuenta que ni ellos hoy están libres de pecado.

Por otra parte, las palabras del obispo evangélico Hédito Espinoza, en el pasado Te Deum del 11 de septiembre, dejan en evidencia su intolerancia y fanatismo propio de la Edad Media.

A nosotras nos parece que son estas figuras las que insultan a Dios al manifestarse contra la homosexualidad de la manera en que lo hacen.

No deben olvidar que el Estado chileno es laico, por lo que las autoridades elegidas democráticamente por la diversidad de ciudadanos y ciudadanas que habitan nuestro territorio tienen el DEBER de legislar para una mayoría y no para algunos credos religiosos cuya jerarquía está muy lejos de lo que piensa y siente la feligresía.

Nos indigna que en estos momentos tan sensibles para nuestro país se aprovechen los espacios de reflexión y unión de los y las chilenas para promover la homofobia y la discriminación.

Invitamos a nuestras autoridades a no olvidar nuestra Constitución Política, a legislar en forma independiente, en libertad de conciencia y no influenciados por los credos religiosos, pues fueron electos para representar a una mayoría en un Estado Laico que garantiza el respeto de las libertades individuales.

Verónica Díaz Ramos
Directora
Católicas por el Derecho a Decidir

No hay comentarios:

Publicar un comentario